Su proximidad a Barcelona ha marcado enormemente su devenir, de hecho, en el siglo XIII fue incorporada al mismo territorio hasta 1716 cuando se separó por el Decreto de Nueva Planta. Es a partir de 1819 cuando una ciudad de carácter agrícola comienza a desarrollarse industrialmente gracias sobre todo a la construcción del Canal de la Infanta.
La llegada del ferrocarril en 1854 marca otro hito en su desarrollo y se convierte (junto a tantas otras poblaciones próximas a Barcelona) en una ciudad textil. Esto hace que crezcan los núcleos de población separados del centro y empieza a configurarse de manera parecida a como es actualmente.
Sin embargo, es a partir de 1950 cuando Cornellá empieza a crecer debido a la llegada de nuevos habitantes procedentes de toda España. El éxodo rural y las oportunidades laborales que ofrece la zona en esos momentos, hacen que muchas familias recalen allí, forjando de esa manera el aspecto y la idiosincrasia de la ciudad tal y como es hoy.
El auge de la inmigración interna es tal que en tan solo 5 años (entre 1970 y 1975) la población aumenta en 14.425 habitantes. Esto configura el ordenamiento de la ciudad, con u 70% de habitantes originarios de fuera.
Así, se consolidan definitivamente barrios como la Gabarra y el Pedró y se construye el barrio de Sant Ildefons, conocido también como Ciudad Satélite para poder acoger a los nuevos ciudadanos. Estos barrios se construyen en la parte alta del término municipal y se separaban físicamente del centro por la vía del tren.
Este crisol de culturas y la preeminencia del trabajo en la industria forjan el carácter de la ciudad. Cornellá de Llobregat es una ciudad viva y dinámica en la que las asociaciones vecinales tienen un peso importante.
De hecho, durante los últimos años del franquismo, la ciudad destacó por presentar oposición y por el espíritu cívico y popular de la misma. Uno de los ejemplos fue la gran movilización vecinal para la canalización del río después de una riada en 1971.
Culturalmente es una ciudad con gran movimiento y tradición musical, en la que existen numerosas agrupaciones y coros. Así como gran número de asociaciones folclóricas regionales en las que se reivindica el origen de muchos de los habitantes actuales.
Una muestra de ese marcado carácter popular y “mestizo” son dos de los cornellanenses más famosos: los hermanos Muñoz. Los Muñoz son los integrantes del popular grupo musical Estopa y reivindican con orgullo sus orígenes y el nombre de su ciudad. Ellos, con su música de influencias sureñas y su temática popular ejemplifican como nadie el carácter popular, abierto, integrado y mestizo de Cornellá.
Otra muestra de su especial carácter son sus fiestas y celebraciones. La fiesta mayor, que se celebra coincidiendo con el Corpus Christi, tiene como protagonista a uno de los espectáculos con mayor raigambre en Cataluña: el correfoc. También se hace un encuentro de gigantes y los Castellers tienen mucha popularidad.
Actualmente la ciudad cuenta con numerosos atractivos que atraen a muchos vecinos de otras ciudades o municipios. Algunos, vienen a trabajar en las empresas de logística que tienen su sede allí.
Otros, disfrutan de alguno de los centros comerciales como el Centro Comercial Splau. Y muchos barceloneses vienen a la ciudad ya que desde hace unos años, Cornellá es el hogar del R.C.D Espanyol. El segundo club de fútbol de Barcelona, dejó su campo en el centro por las cómodas y modernas instalaciones del RCDE Stadium, también conocido como «Estadio Cornellà-El Prat» al estar muy cerca de El Prat de Llobregat.